Curación de Hierro: El secreto para prolongar la vida de tus utensilios
Los sartenes, pailas y planchas de hierr fundido son verdaderos aliados en la cocina. Su durabilidad, resistencia al calor y capacidad para realzar los sabores los convierten en una excelente inversión para la cocina de tu hogar o negocio gastronómico. Sin embargo, para aprovechar al máximo sus beneficios es indispensable realizar un proceso conocido como curación.
¿Qué es la curación?
La curación es un procedimiento que crea una capa protectora sobre el hierro, evitando la corrosión, reduciendo la oxidación y otorgando un acabado antiadherente natural. Este tratamiento no aplica a piezas esmaltadas o de acero inoxidable, sino exclusivamente a productos de fundido.
Paso a paso para curar tu utensilio de hierro
-
Primer lavado
Lavar el producto con agua caliente y detergente, asegurándose de secarlo muy bien. -
Aplicación de aceite
Cubrir toda la superficie, por dentro y por fuera, con una fina capa de aceite (se recomienda de pepa de uva o canola). Retirar el exceso con un paño o papel absorbente. -
Horneado
Hornear a 180 °C durante una hora y dejar enfriar dentro del horno por otras dos horas. Si la pieza no cabe, se puede poner directamente sobre fuego en potencia media hasta que el aceite comience a humear. -
Repetición
Repetir el proceso de aceite y horneado hasta lograr una superficie oscura y lisa. Tras ello, el utensilio estará listo para usar.
Mantenimiento en el día a día
El cuidado no termina con la curación inicial. Para prolongar la vida de tu sartén o cacerola de hierro:
-
Calentar siempre antes de cada uso.
-
Aplicar una ligera capa de aceite después de cocinar y antes de guardarlo.
-
Evitar dejarlo en ambientes húmedos para prevenir corrosión.
-
No preparar alimentos excesivamente ácidos de forma prolongada, ya que pueden dañar la capa protectora.
-
Lavar con agua caliente y, de ser necesario, una escobilla suave. Nunca dejar restos de comida adheridos por mucho tiempo.


Una inversión que crece con el tiempo
Con cada uso, los utensilios de hierro se fortalecen y mejoran su rendimiento. El antiadherente natural se vuelve más eficaz, el sabor de las preparaciones se potencia y la pieza adquiere un color característico que refleja la historia de cada receta cocinada en ella.
Más que un simple accesorio, una sartén o olla de hierro es una herramienta que, con los cuidados adecuados, puede acompañarte toda la vida y transformarse en un imprescindible tanto en cocinas profesionales como en hogares apasionados por la gastronomía.


